lunes, 16 de noviembre de 2009

21 días en la indigencia


Esta es una investigación periodística hecha en video por Samantha Villar periodista Española quien se atrevió a vivir como indigente durante 21 días y que en su documento nos muestra gran parte de la verdad sobre la vida en la indigencia, es una reflexión que nos serviría a quienes ignoramos el pensar, el vivir y el sentir de estos seres humanos que tienen la misma necesidad que las personas que vivimos en mejores condiciones, pero que para ellos su situación de vida es mucho mas complicada pues son vulnerados muchos de sus derechos como humanos, además esta reflexión nos hace tomar conciencia de la situación real de estas personas y de la posición que ocupan ellos en la sociedad, para de esta manera sensibilizar a la gente del común en un tema que no podemos ignorar y muchas veces dejar pasar desapercibido, olvidando que ante todo somos seres humanos de carne y hueso solo que unos mas afortunados que otros.

Sigue estos enlaces para que puedas ver el documental completo.

http://www.youtube.com/watch?v=a1sWad7OMPM
http://www.youtube.com/watch?v=EjY_h2KAIiQ
http://www.youtube.com/watch?v=uvvxRhl9AH4
http://www.youtube.com/watch?v=L-7rAIn5e_U
http://www.youtube.com/watch?v=yvUwpOj32Gs
http://www.youtube.com/watch?v=y2VoRktlAjs







viernes, 6 de noviembre de 2009

INTRODUCCION


La vida del hombre contemporáneo en nuestro país está llena de características que la hacen muy especial, si se compara con la vida del hombre colombiano en otras épocas de la vida nacional. Se trata de una condición de modernidad en un país donde diversos fenómenos sociales contribuyen a que la actual circunstancia del país sea socialmente precaria, pues la irresponsabilidad con que los gobernantes han manejado al país en el pasado; la violencia se convierte en paisaje, el hambre y la desigualdad social generan exclusión y concentración de la riqueza en pocas manos. Así mismo, la vida del hombre contemporáneo se ve afectada por la “nueva cultura” de la comunicación social, ya que el hombre y su vida social constantemente se ven en su intimidad y en su vida colectiva, mientras la comunicación cada vez más contribuye y se compromete con la educación.

“Es muy posible que nunca como ahora el hombre haya adquirido tan enorme cantidad de conocimientos; pero también es probable que nunca haya estado tan solo; que nunca haya estado más a la intemperie”. La comunicación social ha dado al hombre un nuevo lenguaje, influye en la persona y en su grupo social, creando una nueva forma de expresión, ya que su influencia es determinante en el pensamiento humano en la actualidad, pero mientras se avanza en términos de la globalización de las comunicaciones, persisten fenómenos que hacen que la mayoría de las personas sean excluidas o se autoexcluyan de los progresos de la humanidad en este sentido. Es el caso de la comunidad indigente a la que poco o nada le interesan o favorecen el desarrollo de la comunicación y su gran influencia en la educación de comunidades.

En un mundo globalizado, el hombre de la calle cargado de necesidades, poco o nada espera de los progresos de la sociedad, incluso se muestra totalmente ajeno a lo que sucede en los niveles más altos de la comunidad mundial. No es de extrañar que a quienes conocemos como “indigentes”, la vida, la experiencia y la falta de oportunidades les determine a relacionarse directamente con las basuras. Este fenómeno producto del desarrollo y progreso de la humanidad, consecuencia obligada del consumismo capitalista es una realidad que necesariamente se relaciona con las personas de la calle. Y es que las basuras son el otro habitante callejero con el cual el indigente tiene que ver a diario en todos los aspectos de su cotidianidad pues de ella se alimenta, subsiste y devenga lo poco que destina a su sostenimiento y el de sus familiares (cuando puede hacerlo).

LA PROBLEMÁTICA DEL HOMBRE DE LA CALLE


Para hablar de comunicación social debemos de hablar de las posibilidades comunicativas con que la naturaleza ha dotado al ser humano, de las formas y modos como el ser humano se ha comunicado con sus congéneres a través de la historia, así como de los aparatos y grandes instrumentos dedicados a la comunicación masiva creados y desarrollados por el hombre con base en las nuevas tecnologías. También podríamos denominar los medios masivos de comunicación como la radio, la prensa escrita, la televisión y la publicidad, como medios masivos que no permiten que la opinión del receptor de sus mensajes aparezca y determine los mensajes emitidos, ya que su influencia va en una vía, y no dejan oportunidad a la audiencia de tener una retroalimentación. La gente en su mayoría oye más de lo que ve; ve más de lo que lee; lee más de lo que escribe.

Otro elemento que abarca o se apoderado de la sociedad del siglo XXI es la globalización económica, con sus grandes redes de medios de comunicación satelitales apadrinados por poderosos consorcios económicos norteamericanos, europeos y asiáticos, que buscan el consumo por medio de la atracción mediática, llegando tanto a pobres como a ricos, pero principalmente a la gente con poder adquisitivo, joven y adulta, donde la masa indigente es tan indiferente a este cambio, como el cambio en si mismo lo es a ella. Pareciera que en su afán de progreso, el consumismo no apuntara a la igualdad social y que los medios y aparatos inventados para globalizar al mundo olvidaran que existen personas que no acceden a ellos por simple falta de posibilidades y de interés en ellos.

El surgimiento de medios con función participativa, educando en la “percepción crítica”, medios grupales que van creando un ambiente de la vivencia de la comunicación por parte de comunidades vulnerables son prácticas positivas nacidas en América Latina, donde la comunicación grupal y el uso de audiovisuales, contribuyen a masificar las experiencias en educación formal, a distancia y diferentes iniciativas pastorales muy valiosas. La Educación Popular, encabezada por Paulo Freire, el movimiento del Nuevo Cine Latinoamericano, la Teología de la Liberación, la lucha por un Nuevo Orden Mundial de la Información y la Comunicación fueron, más que discursos, prácticas que nutrieron reflexiones y quehaceres en torno al binomio Comunicación / Educación.

No obstante estás prácticas, experiencias y esfuerzos por popularizar el progreso comunicacional que parece diseñado para las élites, aún no toca, ni mira hacia las clases sociales definitivamente por fuera de la sociedad, mucho más debajo de las menos favorecidas, evidentemente vulnerables, como la comunidad indigente.

POSIBLES CAUSAS Y CONSECUENCIAS DE LA INDIGENCIA


Se entiende como indigencia al ingreso insuficiente, aun respecto a alimentos únicamente, para cubrir una canasta básica de alimentos para un individuo o un hogar. El concepto de “línea de indigencia” procura establecer si los hogares cuentan con ingresos suficientes como para cubrir una canasta de alimentos capaz de satisfacer un umbral mínimo de necesidades. De esta manera, los hogares que no cuentan con ingresos suficientes para adquirir esa canasta son considerados indigentes. La Canasta Básica de Alimentos se determina en función de los hábitos de consumo de la población y de los requerimientos normativos kilocalóricos y proteicos. Una vez establecidos los componentes de la CBA se los valoriza con los precios relevados por un Índice de Precios al Consumo. El valor de la CBA es la Línea de Indigencia. Así mismo, se puede considerar que las personas cuyos recursos son iguales o inferiores al salario mínimo son indigentes pero en diferente medida, pues las necesidades que no son satisfechas de forma total y eficiente, son problemas solucionados a medias.

La indigencia motivada por diversos agentes como: la inequidad social, la violencia intrafamiliar, el desplazamiento forzoso, la drogadicción, el abuso infantil etc.; es en principio, un atentado contra la dignidad humana, del cual somos culpables: La Sociedad, el Estado, la Iglesia y la institución familiar, que se encuentra en un proceso de degradación moral y ética. Luego de un tiempo, el "Habitante de calle" va desarrollando una relación sadomasoquista con esa sociedad que lo segrega, enfrentándose a las normas establecidas que transgrede con una actitud intimidante, en retaliación contra la discriminación de que es objeto; al tiempo que se regodea en su papel de víctima, propiciando la compasión hipócrita, representada en limosnas y en acciones estatales, paternalistas, de las que se beneficia impunemente.

Esta situación donde se es indigente por falta de equidad social, por la indiferencia y el capitalismo que revierte sus consecuencias en “compromiso” de “apoyar” mediante la limosna motivada por el miedo y la compasión excesiva, hacen de la indigencia un grave problema a atender so pena de que se convierta en otra característica globalizada de nuestra vida contemporánea. Por eso es imperativo devolverle la dignidad, al "Habitante de calle", reconociéndolo como individuo de plenos derechos y deberes, que puede disfrutar de las garantías a que tienen acceso todos los ciudadanos, pero también sujeto a las normas establecidas; y mediante un acompañamiento integral -salud, educación, techo, capacitación laboral-, ayudarle a entender, que él es el único responsable de su destino, y dueño o víctima, de su futuro. No es cuestión darle el pescado y enseñarle a pescar; es más importante, aún, ayudarle a fabricar su propia vara de pescar.

ANTECEDENTES DE LA SITUACIÓN DE LA INDIGENCIA EN COLOMBIA Y SU CONTRIBUCIÓN AL MEDIO AMBIENTE


Una de las realidades más ligadas al modernismo consiste en que la situación social de los estratos o clases menos favorecidas es inversamente proporcional al desarrollo de la sociedad. Es que las sociedades modernas, entre más progreso científico y tecnológico desarrollan, mayor cantidad de desperdicios generan. Esta situación constituye un contrasentido que plantea un gran interrogante, ya que las implicaciones de este fenómeno van más allá de un simple problema estético, abarcando diversos aspectos de la vida en comunidad como la salud pública, la planificación industrial, y lo que es más grave, la calidad del medio ambiente.

El problema de las basuras adquiere dimensiones dramáticas principalmente en las ciudades, por converger en ellas grandes concentraciones de población, así como los procesos de industrialización y consumo; es por ello que la generación de basuras es un indicativo de una sociedad deficiente en la utilización plena de sus recursos, posibilidades e inteligencia, porque las mismas fuentes productoras de desperdicios manejan inadecuadamente el desperdicio que producen, lo que supone inexistencia de formas apropiadas de información, educación y disposición final de desperdicios, que orienten y controlen a la población frente a esta situación. De acuerdo con esto, no es extraño que en torno al fenómeno de las basuras surjan otros, como el de la recolección, los basureros públicos, el reciclaje y el de las personas que, a pesar de su situación de indigencia, sobreviven.

¿INDIGENTES, BASURIEGOS O RECICLADORES?


Por tratarse de personas que no cuentan con ingresos suficientes para cubrir una canasta de alimentos capaz de satisfacer un umbral mínimo de necesidades energéticas y proteicas, esta es una de las comunidades más marginada dentro de los sectores marginados, es el de aquellos que por distintas circunstancias viven de escarbar en las basuras. Estas personas son comúnmente denominadas por el grueso de la sociedad con términos como indigentes o basuriegos, términos peyorativos que conllevan una alta dosis de desprecio y que los coloca en la misma condición del material que trabajan: las basuras. Este grupo humano es el resultado de factores que confluyen en un país como el nuestro: los mencionados procesos de industrialización y desarrollo, la creciente migración de familias desplazadas del campo a la ciudad que engrosan los cinturones de miseria y que al no encontrar otras alternativas de sostenimiento, se dedican a la economía del rebusque en los basureros, rellenos sanitarios, ríos, calles y canecas; otras razones por las que algunas personas llegan a esta condición son la desintegración del núcleo familiar y la drogadicción.

En los últimos tiempos se ha producido un cambio de mentalidad y de tratamiento del problema de las basuras, cambio de mentalidad y de tratamiento que implica también transforma la visión que tenemos del trabajador de los desperdicios; pues de ser un material sin ningún valor, las basuras pasan a ser fuente de producción de excedentes económicos y de riqueza, de las cuales se obtienen beneficios para la misma industria que las producen, para la economía y para miles de familias que sólo encuentran en ellas una posibilidad de obtener ingresos. Gracias a este cambio de mentalidad y actitud, se ve otros ojos la labor que esta comunidad ha desempeñado trabajando con los desechos de los demás. Ahora ya no se les trata de basuriegos, sino de recicladores, reconociendo que ejercen una actividad de utilidad social. Pero este reconocimiento no se da en todas las esferas de la sociedad, tratándose del cambio de postura de algunas entidades y grupos que distan mucho de significar una actitud general del Estado y sus asociados. Lo peor es que entre los mismos trabajadores de las basuras, existen distintas valoraciones de su propio quehacer, desde las más despectivas hasta quienes reivindican su labor como altamente importante para la sociedad moderna.

En el país existen programas de reciclaje, cooperativas y precooperativas en proceso de formación, sin embargo, el número de afiliados es todavía pequeño, aunque puede decirse que la organización de los recicladores ha logrado consolidarse en los últimos años y se encuentra en proceso de expansión, por otra parte, existen recuperadores independientes, de los cuales algunos desarrollan su labor desorganizadamente y sin objetivos planificados, dedicándose sencillamente a recuperar de las basuras lo que consideran de valor, desechando el resto del contenido de bolsas y canecas, generalmente sin tener el cuidado de disponer los desperdicios de la forma más conveniente tanto por estética como para la conservación del medio ambiente

OFICIO MARGINAL


En general el reciclador es una persona que comienza a trabajar en este oficio desde muy corta edad, muchos crecen entre un carro de recolección y cumplen desde la más tierna edad las mismas jornadas de trabajo que realizan sus padres. Aunque no existen estudios precisos sobre el promedio de vida de los recuperadores de basuras, es posible afirmar que su envejecimiento es prematuro, entre otros factores por el desgaste físico que implica su labor y por las condiciones personales y ambientales en que debe realizarla. Por lo regular el reciclador realiza un recorrido de 10 horas diarias, de las cuales un poco más de dos horas se le van al inicio de la jornada empujando el carro desocupado que de todas maneras tiene un peso considerable, debiendo empujar el carro lleno y pesado el resto de las 8 horas.

El trabajo realizado por los recicladores es, desde distintos ángulos, una labor marginal, ya que legal, social, económica y culturalmente los trabajadores de la basura están en la picota pública. Esta actividad era desarrollada hasta hace muy poco, sin ningún respaldo de las empresas privadas o públicas sin reconocimiento de un sistema general de recolección y sin aceptación por parte de la normas legales vigentes. Las Disposiciones Sanitarias sobre Basuras prohíben extraer objetos de los recipientes de recolección e disponiendo sanciones a quienes infrinjan estas normas. También estas disposiciones indican la obligación de recoger inmediatamente las basuras en caso de esparcimiento durante el proceso de recolección. Así que el recuperador al buscar sus materiales, regar la basura y no recogerla nuevamente, está infringiendo la ley.

Además desde el punto de vista legal, la recolección de basuras es competencia de los servicios públicos, prestados por entes municipales o por empresas privadas autorizadas para tal fin. En ocasiones se presentan enfrentamientos entre los recicladores y los recolectores de empresas públicas y privadas. Estos enfrentamientos tienen por origen regularmente, la pelea por el "botín", en donde unos y otros buscan los beneficios económicos. La policía también contribuye a hostilizar a los recuperadores de basuras pues continuamente los asedia, obligándolos a suspender sus labores, les decomisa sus carros e incluso hasta se los queman o destruyen. En suma, la labor del recuperador, especialmente la que se realiza en la vía pública, está por fuera de la ley, formalmente prohibida tanto por las disposiciones de higiene y saneamiento ambiental, como por las de la policía y las de orden municipal.

Ocuparse de las basuras en las condiciones en que lo hacen los recicladores es sinónimo de indigencia o pobreza absoluta. La mayor parte son habitantes de tugurios, de invasiones o que carecen de vivienda conviviendo en ambientes deteriorados, por lo regular analfabetas o con muy baja preparación. Usualmente el recuperador es asociado con delincuencia y drogadicción, aunque este tipo de problemas se da en algunos recicladores, lo que no debe constituirse en una generalización pues, el gremio de los recicladores no es homogéneo y allí existen diferencias sustanciales en cuanto a su origen, tradición, profesionalismo, condiciones de vida y aspectos culturales. Lo que ocurre es que por las condiciones de vida del reciclador y por el medio en que obtiene y comercia los materiales que recupera, siempre es vinculado a otros grupos marginales. El rechazo social hacia los recicladores es tan profundo, que contra ellos se han provocado actos violentos y accidentes, que le han costado la vida a personas dedicadas a esta actividad. Han sido víctimas de las famosas "labores de limpieza" organizadas por escuadrones de la muerte, justicieros privados, bandas de asesinos en algunos casos amparados por instituciones legales.

Al ser de un estrato que no satisface las demandas básicas de sobrevivencia, al reciclador se le facilita la explotación del trabajo marginal, porque un esfuerzo tan agotador beneficia en mayor grado a los intermediarios subsidiando al industrial que reprocesa los materiales reciclados. El reciclador abarata parte de los insumos para la industria, con alto costo humano no reconocido por la sociedad. La participación en la vida pública de los recicladores es prácticamente nula, e injustamente muchos sectores los señalan como la escoria de la sociedad, lumpen por el cual no vale la pena hacer el menor esfuerzo de reinserción o mejoramiento de sus condiciones de vida. El mayor riesgo del trabajo marginal del reciclador es convertirse él mismo en una basura más, humana y socialmente hablando. Sólo una profunda dignidad personal le permite soportar esas condiciones de sobrevivencia por debajo de las mínimas que puede pedir cualquier ser humano. No obstante, es posible hablar de una cultura en la que existen valores propios, un lenguaje particular, formas de ver y expresar el mundo, y en donde es posible decantar y afianzar esa cultura en beneficio de los recicladores, con tan sólo lograr unos cuantos puntos de apoyo en el resto de la sociedad.

UNA DURA REALIDAD



El mundo del reciclador encierra varios mundos, no sólo en lo que a condiciones de vida y familiares se refiere, sino también en lo concerniente a su moralidad. Catalogado como indigente, duerme por lo general en las calles, bajo los puentes, o en los parques públicos. Sólo una franja minoritaria de ellos puede pagar el diario para pasar una noche en un hotelucho, residencia o inquilinato. No conocen la estabilidad de un sitio propio para vivir, son los "judíos errantes" de la ciudad. Una de las características que los diferencia moralmente de los llamados recicladores profesionales, es que mientras estos conservan la dignidad, aquellos la han perdido por completo.

La mayor parte de los recuperadores indigentes son adictos y consumen algún tipo de droga, siendo frecuente verlos "chupando" boxer o consumiendo bazuco. Muchos inician desde niños aspirando gasolina pasando luego a sustancias más fuertes como pegante, las pepas, marihuana -considerada la más "zanahoria"-, el alcohol, el bazuco y combinaciones entre ellas. También se encuentran personas que se iniciaron en el consumo de alucinógenos durante la época del hippismo, jóvenes que no pudieron salir de la adicción. Pero no todos tienen el mismo grado de adicción. Algunos son compulsivos, mientras otros pueden controlar su consumo. Muchos "meten" por la noche pues de otra manera no pueden conciliar el sueño y de alguna manera es un "regalo" que se hacen al terminar la jornada. La droga también es un calmante de sus dolencias físicas y espirituales, aunque como es natural, los efectos de esta dependen de quien la consume. El reciclador adicto vive en la desesperanza y resignado a su condición de vicioso. Los recicladores indigentes provienen en su mayoría de familias de clase media-baja. Sus historias familiares van desde los que optaron por "volarse" debido a los maltratos hasta los que aparentemente tenían buenas relaciones con la familia.

La mayoría de estos recicladores no tuvo acceso a la escuela o si lo tuvo sólo alcanzó niveles bajos de escolaridad. Muy pocos lograron entrar a la secundaria y de estos una cifra mínima llegó a culminarla. Pese a ello no es raro encontrar en este medio a individuos con estudios universitarios que provienen de familias más acomodadas. De todas formas, quienes tuvieron poca o ninguna escolaridad, aprendieron empíricamente a realizar algún oficio. Las relaciones familiares de este grupo humano son por lo regular extremadamente deterioradas e incluso han roto por completo los vínculos con sus familias, ya sean las paternas o las conyugales. Su drogadicción juega un papel crucial pero también ellos sienten que ya no pueden amoldarse a llevar una vida "normal", así sean aceptados en sus hogares, o se intente apoyarlos de alguna forma.

En la escala ascendente de su drogadicción comienzan por no encajar en la vida familiar, a dejar sus empleos y responsabilidades y también sus actividades rutinarias. Luego comienzan su vagar buscando aventuras y sintiéndose dueños de una libertad sin límites. Al agotárseles el dinero, buscan algún trabajo pero lo pierden fácilmente por su irresponsabilidad o simplemente no lo consiguen. Entonces llegan al mundo de los recicladores. En este punto ya ha perdido valor para ellos lo que antes les significaba algo importante: la familia, el estudio, el trabajo, su presentación y aseo personal. El centro de su vida es la droga.

El rebusque con las basuras, de alguna manera se acopla a su estilo de vida: no tienen jefes ni horarios, no deben responder ante nadie, además las basuras no son desagradecidas pues siempre encuentran algo que les significa el dinero suficiente para proveerse de droga; la comida no falta, porque se la regalan o porque en los desperdicios siempre se encuentra algo. El reciclaje también les permite trabajar solos, en contacto mínimo con el resto del mundo, cubiertos por el anonimato, lo que les resulta cómodo dada su incapacidad para establecer vínculos afectivos o que les representen compromiso con otros. En cierta forma, el reciclaje es su única opción. A pesar de sus disueltas relaciones familiares estas personas valoran altamente la familia e incluso llegan a añorarla, pero no tanto como para trocarla por el placer que les implica ir sin límites de un sitio a otro, sentirse dueños de la calle, o marcharse sin más que sus harapos a otra ciudad.

Cuidar de sí mismos no les parece importante, viven el momento y el futuro no existe en sus cabezas, por ello no tienen sentido del ahorro. Son personas solas, encerradas en sí mismas, incapaces de compartir nada con nadie, tristes. El dinero es tal vez uno de sus valores importantes, en la medida que les permite proveerse de la droga diaria, pagar la pieza cuando la utilizan, o comprar algo de comer o beber cuando no consiguen en las basuras. Algunos valoran altamente no tener que mendigar y no recurrir al robo y les molesta inspirar lástima o que los miren como algo raro. Prefieren inspirar miedo, mostrarse fuertes, lo cual es un medio efectivo para sobrevivir en la calle. Se aferran a creencias religiosas e invocan a Dios con frecuencia pero no participan de ritos ni celebraciones.

Procuran mantenerse a prudente distancia de la policía, no tener roces o problemas con ella, pues saben que esto puede significarles atropellos o la vida misma. El reciclador teme y desprecia a la policía; la teme porque sabe que puede volverle la vida imposible, porque constantemente lo hostiliza y ejecuta en su contra "labores de limpieza"; la desprecia porque sabe que juega doble, que es corrupta y que mientras dice perseguir la droga, participa del negocio. Para el reciclador indigente, esta labor fue la última opción para sobrevivir, antes de caer en la delincuencia o la mendicidad. Pero una vez inmerso en el reciclaje encuentra en él un oficio que se le acopla, en el que gana plata y con el que puede "vivir", así añore una vida "decente" que lo reconcilie con su pasado y sobre todo, con su familia. Sabe de sobra que lleva una vida indigna, que ha caído demasiado bajo y que el medio en el que se desenvuelve es hostil y de no fiarse. Por ello su actitud es siempre prevenida.

Por lo general estos recicladores respetan el material obtenido por los demás. Cuando esta norma es violada, los enfrentamientos son violentos y pueden terminar en la muerte. A pesar de su marcado individualismo, los recicladores indigentes tienen gestos de compañerismo, como el de compartir la comida que encuentran o les obsequian, o el de regalar material al que le ha ido mal un día, actitud reforzada por la lógica de querer sólo lo necesario. Entre los más jóvenes existe la tendencia a conformar "galladas" en donde se vuelven muy amigos y se constituyen en una especie de familia. Pero estos vínculos son extremadamente frágiles y se rompen con facilidad. Por un lado, descartan de entrada cualquier normatividad que regule sus relaciones y por el otro, su inmadurez afectiva los lleva a escapar de cualquier relación que pueda significarles un compromiso al cual se sienten incapaces de responder, o un apego que siempre estarán en riesgo de perder. Cuando tienen algún gesto de solidaridad es porque este no los "liga" de ninguna manera.

La envidia y las rivalidades son la queja más común entre ellos. Pero en general, el tipo de relaciones que establecen depende de la clase o categoría a la que pertenecen, la cual a su vez tiene relación directa con el espacio geográfico o territorio en que se mueven. La diferencia de clases y la defensa del territorio ocasionan roces entre ellos, pues su lema es "juntos pero no revueltos".

PROPUESTA PARA CONTRIBUIR A LA SOLUCIÓN DE ESTA PROBLEMÁTICA


Con el fin de atender y buscar la erradicación de la indigencia en Colombia, es necesario adherir a los Objetivos del Milenio, teniendo en cuenta que el primero de ellos trata de la erradicación de la indigencia. La "Línea de Indigencia" (LI), establece cuántos hogares no cuentan con ingresos suficientes como para cubrir una canasta de alimentos capaz de satisfacer un umbral mínimo de necesidades energéticas y proteicas. Los hogares que no superan ese umbral, son considerados indigentes. Y los indigentes en nuestro país hoy en día son muchos, casi 8 millones de compatriotas. La cifra ha bajado en los últimos años, pero sigue siendo una cifra escandalosa para un país que produce muchos más alimentos que los que puede consumir.

El verdadero problema es que esas personas no pueden esperar. Los alimentos los necesitan hoy. Por eso, es preciso ampliar urgentemente los programas sociales, con la suficiente transparencia y universalidad, para que los niños, ancianos y enfermos que integran esta comunidad vulnerable puedan acceder a una alimentación suficiente que les permita a los niños estudiar, a los ancianos descansar y a los enfermos curarse. En tanto que las personas adultas y sanas deben trabajar, y si no consiguen trabajo, el Estado debe ponerlos a trabajar mejorando el espacio público, haciéndolo mas seguro y limpio para que puedan utilizarlo ellos mismos y sus conciudadanos, echando mano a una de las prácticas que caracteriza a esta comunidad, cual es la del reciclaje, la cual han desarrollado con dedicación pese a la falta de atención por parte del Estado.

Es por ello que proponemos, como una forma de coadyuvar en la atención integral y con el fin de buscar la erradicación de la indigencia en Colombia:

· Censo exhaustivo y permanente de habitantes indigentes (conformando una efectiva base de datos), abarcando niños, ancianos, enfermos y adultos en condiciones de trabajar

· Alimentación para los niños a través del sistema educativo público, de los enfermos a través de los hospitales del Estado y de los ancianos a través de una pensión monetaria universal por edad avanzada

· Y para los adultos sanos (hombres y mujeres), planes de empleo mínimo a través de entidades privadas contratadas por el Estado, para realizar tareas de vigilancia, limpieza, reciclaje y recuperación del espacio público.

DELIMITACIÓN DEL CAMPO COMUNICACIÓN/EDUCACIÓN


Pese a los marcados y profundos problemas económicos, culturales y sociales, especialmente en cuanto a los evidentes fenómenos de violencia, militarismo y marginalidad, en América Latina, la comunicación ha contribuido ostensiblemente a producir cambios destacables para comunidad latina, en las Tecnologías de la Información y la Comunicación y en campos como las Ciencias Sociales. En este sentido, la comunicación se ha involucrado tanto con los procesos investigativos y de educación, que sus objetos de estudio generan muchas posibilidades en la forma de tratar las problemáticas sociales y culturales investigadas. La línea en que se ha movido la comunicación que mayor interés ha causado, es el de la comunicación educación, dando lugar a diversas investigaciones que cuentan con un importante número de proyectos y publicaciones.

Proyecto Comunicacional a Desarrollar en la Comunidad Indigente

La comunicación es una de las actividades más importantes que el ser humano realiza en su cotidianidad, en su vida profesional y en la acumulación de conocimientos, mientras interactúa con sus congéneres. Esta actividad se ha constituido, a través de la historia, en la herramienta más preponderante para la confección de tejido social, sostenimiento de las comunidades y para la construcción de la cultura y la identidad de los colectivos sociales. Por ello debe tenérsele en cuenta cuando de hablar de cultura, emisión y recibo de información, expresión de pensamientos y opiniones, de ciencia y sociedad humana se trate; así como cuando hagamos un acercamiento al hombre como objeto de estudio en las Ciencias Sociales. La naturaleza ha dotado al ser humano con una cantidad de medios de comunicación (lenguaje oral, lenguaje escrito, gesticulación, música, pictografía, señales y jeroglíficos) que las sociedades han usado con diversos fines, por lo que esta actividad es obligada a la hora de construir tejido social.

Pero es el lenguaje hablado el que sigue siendo la vedette en cuanto a la comunicación entre los seres humanos, por eso hoy en día se han llegado a obtener los resultados que conocemos en la ampliación de los medios de comunicación de que dispone el hombre originalmente. Alguna vez, en medio de la necesidad de vinculación del hombre primitivo con sus semejantes, dotado de la mejor “arma” (su cerebro) para subsistir en una época hostil plagada de bestias salvajes, el ser humano inició un proceso de integración entre el pensamiento (producto de su avanzada inteligencia) y las facultades fisiológicas que le permitieron encontrar la mejor forma de comunicación que le fuera heredada por la naturaleza: el lenguaje oral. Así comenzó la increíble carrera hacia el desarrollo de las sociedades.
No obstante la creación de complejos sistemas de comunicación (idiomas) que caracterizan a cada sociedad, pareciera que esta importante invención del pensamiento humano no acabara de ser terminada, por la gran cantidad de ramificaciones, degeneraciones, dialectos, modismos y jergas que el ser humano, por diversas razones e influenciado por contextos y situaciones a que se aboca durante su vida cotidiana, inventa para su beneficio, facilitando la comunicación y supliendo la necesidad primitiva de vinculación entre seres inteligentes.

Es así como consideramos que todos los niveles de la sociedad merecen ser atendidos integralmente con el fin de potenciar sus virtudes, erradicar sus defectos y generar la autogestión tan necesaria en un país y época donde las clases marginales no sólo esperan sino que exigen el paternalismo de quienes por años han trabajado para tener más en detrimento de quienes son indiferentes a la injusta concentración de la riqueza, la tierra y el poder en pocas manos. Por lo anteriormente expuesto, nuestro proyecto comunicacional al interior de la comunidad indigente consiste en tres aspectos principales, a saber:

• Investigar la cotidianidad en la cual se desarrollan sus actividades sociales con el fin de determinar cuales medios de comunicación son utilizados por esta comunidad para la interacción entre ellos y con la sociedad en general.

• Definir cuales medios o formas de comunicación son las que caracterizan a esta comunidad y en qué condiciones se da esta comunicación, así como las causas por las cuales utiliza su particular forma de comunicarse.

• Proponer nuevas formas y medios para el logro de una comunicación más integral, propendiendo porque se integre realmente la comunicación educación en beneficio de comunidades integrales como la indigente en Colombia.

CARACTERIZACIÓN DE LA COMUNICACIÓN EN LA COMUNIDAD INDIGENTE


Cuando el ser humano se enfrenta a situaciones extremas, esgrime gran capacidad de adaptación para afrontarlas y para crear las condiciones que le permitan moverse en el nuevo entorno de la manera más conveniente posible. Adopta un proceso de aclimatación a las condiciones físicas que debe sortear en su nuevo entorno: explorando y apropiándose de las características físicas del lugar, comprendiendo las formas de ser y de pensar de las personas con que le toca convivir e interpretando las costumbres, las tradiciones, la cultura y el lenguaje de su nueva comunidad (la subjetividad y el universo simbólico de los actores sociales con los que interactúa).

Este es el caso de comunidades que han tenido que afrontar catástrofes, épocas de violencia extrema, problemáticas sui géneris, encierro en prisión, como en el caso del hombre que, por diversos motivos se ve obligado a enfrentar la situación extrema de vivir, alimentarse y trabajar en la calle. Esta desgracia se hace más grave cuando va acompañada de situaciones como la drogadicción, el alcoholismo o delincuencia en cualquiera de sus formas. En experiencias como esta se deben conocer personas oriundas de las más diversas partes y costumbres, por cuanto las calles están plagadas de personas de diversos orígenes y formas de ser y estar en su territorio.

Es esta, entonces una de esas situaciones en las que se pone a prueba el grado de adaptación de que el hombre es capaz, su capacidad de asimilar costumbres y tradiciones, de comprender filosofías y lenguajes, etc. Y especialmente ejercita su capacidad para vincularse con sus congéneres llegando incluso a inventarse lenguajes o formas de expresión, a fin de unificar y homogenizar esa inmensa gama de dialectos e imaginarios que se presentan cuando las difíciles condiciones de vida en la calle obligan a convivir con personas de diversas cosmovisiones.

En situaciones extremas se vive una realidad comunicacional que, en el caso particular de la comunidad indigente, demuestra que la utilización de su forma particular de comunicación que es su jerga, consiste en un sistema alternativo de comunicación, por medio de la tradición oral, utilizando un lenguaje que es el resultado de la realidad social, cultural, política, económica y religiosa de los indigentes colombianos y que esta peculiar forma de lenguaje, utilizada por seres humanos, refleja el simbolismo y la cotidianidad de las relaciones socio-culturales de los grupos humanos vulnerables.

En la calle, así como en las cárceles y penitenciarías colombianas, la población menos favorecida ha moldeado una forma de comunicación originada en la tradición oral, en la que han influido varios factores como el deseo de no ser entendido por las autoridades o por los “indeseables”, el lenguaje geográfico o dialecto (las formas de hablar en las regiones con la influencia del clima, tradiciones y costumbres de cada localidad), la falta de estudio e ilustración académica de los actores sociales que han ayudado a generarla, la costumbre de utilizar una forma de comunicación diferente o “novedosa” por motivos de “status”.

Esta forma de hablar de indigentes y presos colombianos conocida como “Jerga Carcelaria” ha sido objeto de estudio por académicos de la lengua, periodistas y magistrados judiciales para establecer ciertas características que sólo involucran el interés por conocer, en cada caso, una desfiguración de la lengua castellana, un tema informativo para satisfacer la curiosidad de la opinión pública o como el estudio del “lenguaje oscuro” utilizado por lo que peyorativamente se ha denominado “el hampa”, pero que nunca ha sido pensado o mirado desde dentro, desde el punto de vista lingüístico y de la producción cultural de una comunidad extraída de la sociedad colombiana, como una forma alternativa de comunicación social.

Para mostrar a la sociedad en general este particular modo de comunicación oral se debe profundizar en el origen, crecimiento y uso actual de esta forma de comunicarse, vista como la tradición oral impuesta por la misma evolución socio-cultural de la gente conocida como “de la calle”, donde las diferentes culturas han moldeado no sólo la forma de hablar, sino también los simbolismos que hoy se usan por la población indigente del país; teniendo en cuenta, que el uso de los términos que conforman este tipo de jerga no sólo es exclusivo de indigentes de nuestro país, sino que es de cotidiana usanza por parte de las variadas clases sociales en entornos específicos.

Esta jerga no es una forma particular de comunicación, un nuevo lenguaje o un leguaje paralelo producto de la ignorancia o el supuesto ocio; al contrario, es fruto del pensamiento y la necesidad de estos colectivos sociales de constituir su propio entorno social y cultural con características y elementos autóctonos que le dan su identidad, siendo indispensable la consolidación de una particular forma de comunicación en las calles colombianas, donde emerge como propuesta alternativa, el uso de un sinnúmero de vocablos y expresiones de la tradición oral callejera, donde se vive una realidad distinta a la de la sociedad en general.

MODELO DE GESTIÓN DEL CONOCIMIENTO UTILIZADO PARA EL DIAGNÓSTICO INICIAL


Comprometido en la tarea de investigar, gestionar, recoger y sistematizar el conocimiento dentro de una comunidad tan heterogénea, conflictiva y vulnerable como la indigente en la ciudad de Ibagué, una vez analizados los diferentes modelos de gestión de conocimiento, consideramos el más apropiado para la presente labor el modelo Knowledge management assessment tool KMAT, que “es un instrumento de evaluación y diagnóstico construido sobre la base del Modelo de Administración del Conocimiento Organizacional desarrollado conjuntamente por Arthur Andersen y APQC. El modelo propone cuatro facilitadores (liderazgo, cultura, tecnología y medición) que favorecen el proceso de administrar el conocimiento organizacional”. Es importante definir la forma en que se hizo uso de cada facilitador en el proceso de gestión del conocimiento en el presente caso.

Liderazgo: “Comprende la estrategia y cómo la organización define su negocio y el uso del conocimiento para reforzar sus competencias críticas”. La comunidad indigente colombiana siendo tan heterogénea, cuenta con individuos de las más disímiles condiciones sociales, culturales y hasta económicas (aunque este último aspecto se da en casos muy extremos). En este sentido, cuando se va a trabajar socialmente con esta comunidad, siempre es posible hallar líderes que cuentan con una destacable preparación intelectual, comprometidos con la indigencia, que permiten realizar las labores de la mejor manera y que participan activamente en la gestión del conocimiento en el campo en que se requiera.

Cultura: “Refleja cómo la organización enfoca y favorece el aprendizaje y la innovación incluyendo todas aquellas acciones que refuerzan el comportamiento abierto al cambio y al nuevo conocimiento”. Como toda comunidad marginal y vulnerable en nuestro país, y pese a su actitud individualista, autoexcluyente, triste y hasta amargada, los indigentes son realmente receptivos a programas y actividades que pretendan generar cambios y autogestión en su interior. Igualmente, en los resultados del presente estudio y gestión del conocimiento inmerso en una comunidad tan peculiar, se encontraron gran cantidad de elementos culturales que demuestran que aún en los estratos y clases sociales marginales la identidad cultural se ciertamente evidente.

Tecnología: “Se analiza cómo la organización equipa a sus miembros para que se puedan comunicar fácilmente y con mayor rapidez”. Pese a su pobreza económica que impide que esta comunidad cuento con verdadera tecnología para la optimización de su comunicación interior, de acuerdo con la caracterización de la forma en que se facilita la comunicación entre indigentes, se halló una forma de lenguaje o jerga que hace más expedita la emisión, recepción e interpretación de mensajes.

Medición: “Incluye la medición del capital intelectual y la forma en que se distribuyen los recursos para potenciar el conocimiento que alimenta el crecimiento”. Este aspecto fue difícil de establecer por la falta de recursos, por lo que se trabajó con lo poco de lo que se pudo echar mano aprovechando la apertura que demuestran los indigentes a su análisis y estudio, por parte de agentes externos que puedan aportarles beneficios sociales. En este sentido, los mismos indigentes contribuyeron a la medición de su capital intelectual mediante su participación y deseo de se reconocidos por una sociedad que los excluye.

Procesos: “Incluyen los pasos mediante los cuales la empresa identifica las brechas de conocimiento y ayuda a capturar, adoptar y transferir el conocimiento necesario para agregar valor al cliente y potenciar los resultados”. Pese a su marginalidad, el grado de imaginación y gestión desplegado por la indigencia es bastante significativo, a lo que debe sumarse la colaboración y compromiso de sus líderes naturales, por lo que el proceso de gestión de conocimiento al interior de esta comunidad fue más sencillo de desplegar.

FACTORES Y CARACTERISTICAS DEL CAMBIO


Es muy común que las personas que inician su experiencia como docentes tengan una buena formación técnica en su área de especialización, pero que adolezca de la carencia de formación pedagógica. Cuando no se domina la pedagogía, difícilmente se trasciende la enseñanza de saberes técnicos; en este caso la acción docente se reduce a informar y a repetir esquemas. En la formación pedagógica auténtica, la formación técnica es el pretexto y la verdadera preocupación es el desarrollo de las operaciones psicológicas superiores, sin lo cual no hay desarrollo de la inteligencia y consecuentemente tampoco de la competencia. Por eso es fundamental para la propuesta que primero se forme pedagógicamente a los docentes que van a ser los facilitadores del proceso de educación.

En el campo de la educación/comunicación la propuesta incorpora la utilización de usar los medios de comunicación para la enseñanza; como hay dos modos de entender y asumir esta relación: el vertical y unidireccional, donde el uso de los medios se hace unidireccionalmente, acrítico y con la imposibilidad de un dialogó, esta forma de utilizar los medios no será tenida en cuenta porque la comunidad con la que pretendemos trabajar necesita precisamente una relación directa y cálida donde la atención integral haga parte del proceso, porque al perder contacto directo, los actores sociales intervenidos pierden interés y regresan a su individualismo. Por otra parte, teniendo en cuenta que el segundo caso es aquel que considera al educando como sujeto activo de un proceso de aprendizaje colaborativo, por tratarse de una comunidad rica en expresiones y productos culturales e intelectuales, se considera que es la estrategia para trabajar en la educación mediante la comunicación con la comunidad indigente.

Descripción del Modo Comunicacional para la Educación a utilizar

El desarrollo del proyecto que nos ocupa permite a los participantes y en general a la comunidad indigente, conocer la estrategia pedagógica de formación por proyectos, materializada en un diseño y una elaboración procedimental concreta; de esta manera podrán enriquecer su acervo didáctico y pedagógico aprendizaje más autónomo y participativo (aprendizaje colaborativo). La comunidad al apropiarse de la formación por proyectos aprende con mayor compromiso y motivación al optimizar los diferentes recursos (humanos, Físicos, tecnológicos, tiempo, económicos), lo que permite el incremento de las relaciones interpersonales y la profundización de las diversa áreas del conocimiento, para obtener mejores resultados de aprendizaje; así mismo, se verá reflejado en el mejoramiento en aspectos de la vida relacionados con los temas desarrollados.

Cuando se aborda la formación con el enfoque didáctico adecuado el aprendizaje se hace más fácil y más breve, de manera que se reduce notoriamente la deserción, lo cual reduce los costos de la misma. Este modelo educativo pone como base del proceso de enseñanza/aprendizaje la participación activa de los educandos, los considera como sujetos de la educación y no como objetos-receptáculos, planteando el aprendizaje como proceso activo de construcción y de re-creación del conocimiento. Para esta concepción, todo aprendizaje es un producto social, es el resultado de aprender de los otros y con los otros. Educarse es involucrarse en una múltiple red social de interacciones. Obviamente, esta opción también tiene su correlato en comunicación, entendida y definida como diálogo e intercambio en un espacio en el cual, en lugar de locutores y oyentes, instaura interlocutores.

Este modelo es pertinente en este caso por que siempre derivará en prácticas comunicativas, incluso si no disponemos más que de una pizarra y tiza. Aquí son bienvenidos los recursos tecnológicos y la introducción de los medios en el aula, porque se los usará crítica y creativamente, desde una racionalidad pedagógica y no meramente tecnológica; como medios de comunicación y no de transmisión; como generadores de flujos de interlocución. No sólo se trata de crear el periódico escolar como medio de aprendizaje o introducir medios de comunicación en la escuela (la prensa, el gramófono, el disco, la radio, el proyector de cine, convirtiéndolos en recursos educativos), sino que se trata de poner esos recursos al servicio de un proyecto pedagógico y de un proceso comunicacional tendiente a la educación de la comunidad en la cual pondremos en práctica este modo educomunicacional. En este sentido son pertinentes las palabras de Freinet, un profesor francés que en los años 20 del siglo pasado ya imponía esta práctica:

"La prensa en la escuela tiene un fundamento sicológico y pedagógico: la expresión y la vida de los alumnos. Se argüirá que lo mismo podría lograrse con la expresión manuscrita individual. Pero no es así. Escribir un periódico constituye una operación muy diferente a ennegrecer un cuaderno individual. Porque no existe expresión sin interlocutores. Y, como en la escuela tradicional la redacción solo está destinada a la censura y corrección por parte del maestro, por el hecho de ser un 'deber' no puede ser un medio de expresión. "El niño tiene que escribir para ser leído -por el maestro, por sus compañeros, por sus padres, por sus vecinos- y para que el texto pueda ser difundido por medio de la imprenta y puesto así al alcance de los comunicantes que lo lean, desde los más cercanos a los más alejados. "El niño que comprueba la utilidad de su labor, que puede entregarse a una actividad no solo escolar sino también social y humana, siente liberarse en su interior una imperiosa necesidad de actuar, buscar y crear(...) A medida que los niños escriben y ven sus escritos publicados y leídos, se va despertando su curiosidad, su apetencia de saber más, de investigar más, de conocer más(...) Buscan ellos mismos, experimentan, discuten, reflexionan (...) Los alumnos así tonificados y renovados, tienen un rendimiento muy superior, cuantitativa y cualitativamente, al exigido por el viejo sistema represivo(...) El periódico ha cambiado totalmente el sentido y el alcance de la pedagogía de mi clase porque da al niño conciencia de su propio valer y lo transforma en actor, lo liga a su medio social, ensancha su vida".

Ese era el proyecto, su "fundamento sicológico y pedagógico", precisamente por esa afirmación es que consideramos que este modelo es que más e amolda a nuestra visión de una educomunicación para los indigentes colombianos, porque no importa cual sea el medio; hoy tenemos muchos medios y posibilidades tecnológicas, hasta el sofisticado correo electrónico. Tenemos que usar los medios para la educación tanto del individuo como de la comunidad en conjunto para la participación y la interlocución, para instituir educandos hablantes, para generar y potenciar nuevos emisores.

Enfoque a Desarrollar en el campo de la Educomunicación

Para desarrollar este enfoque, debemos partir de definir la comunicación como el aspecto dinámico de la cultura, como matriz de la actividad humana, pues en cualquier situación de interrelación es imposible dejar de comunicarse; además, teniendo en cuenta que la educación es una práctica cultural, se trata de un acto comunicativo. Tratándose de una forma de interacción por la cual el sistema social pretende influir en el saber, la conducta y las formas de valoración de los individuos, la educación es también una modalidad especial de comunicación pues se da una intencionalidad perfectiva por la cual se busca que el educando se acerque a un modelo normativo aceptado por el entorno social. La cultura escolar se construye en una dinámica constante bajo los principios de distribución y enmarcación, para determinar, con el primero, las relaciones de poder que regulan el rol del individuo y, con el segundo, para restringir dentro de ciertos límites las prácticas y conductas del hombre.

Lo instructivo y regulativo de la escuela se ve complementado, y muchas veces superado, por los discursos pedagógicos que provienen de otras instituciones (familia, iglesia, partidos políticos), de los medios masivos de comunicación, de las nuevas tecnologías de la información (multimedia, Internet) y de los microespacios donde se desarrollan diferentes tipos de socialidad (el parche, la esquina, la barra, el concierto, etc.). Aparece entonces la posibilidad de reforzar las prácticas pedagógicas escolares tradicionales, y en paralelo de propiciar prácticas de creación de contrasentidos y resistencias a los códigos culturales dominantes, complejizando las relaciones de poder en el seno de las relaciones pedagógicas escolares que configuran nuevos 'hábitos'.

Los medios masivos de comunicación son instituciones privilegiadas en su doble condición de piezas del engranaje tecnológico de la época contemporánea, y de dispositivos culturales que a través de sus amplias y complejas mediaciones cumplen una función cada vez más estratégica y determinante en la orientación de la vida colectiva. La investigación acerca del fenómeno de la recepción ha demostrado con claridad el papel activo de los individuos frente a los medios. El haber dejado de lado la idea de que la masa es un ente homogéneo, sin capacidad de crítica y ante todo pasiva, supuso a su vez considerar al sujeto receptor como un individuo capaz de apropiarse y enfrentarse a los medios masivos de comunicación de manera crítica, como alguien que puede entablar una negociación en los procesos de significación de las propuestas de sentido que los medios le hacen.

La nueva perspectiva teórico-metodológica considera la actividad de comunicar y comprender lo que se comunica como una actividad inscrita siempre en una cultura específica, pues depende del origen familiar, la etnia, la posición socioeconómica, la(s) identidad(es) cultural(es). En este sentido, la apropiación de los contenidos de los medios de comunicación por parte de los educandos es de carácter cualificado y depende no sólo de las circunstancias concretas en las que se realiza el contacto sino también de aquellos factores provenientes de la familia, del círculo de amigos(as), del maestro, etc., los cuales influyen en sus propias apreciaciones.

CARACTERÍSTIVAS Y VARIABLES INVOLUCRADAS EN LA PROPUESTA DE INNOVACIÓN


Por lo anteriormente expuesto, nuestro proyecto comunicacional al interior de la comunidad indigente consiste en atender dos frentes mediante tres aspectos principales, a saber:

Acción Humanizadora

• Censo exhaustivo y permanente de habitantes indigentes (conformando una efectiva base de datos), abarcando niños, ancianos, enfermos y adultos en condiciones de trabajar. De esta manera se establecerá una línea base que permita establecer los aspectos en los cuales debe atenderse las necesidades y requerimientos de la comunidad indigente con la que se pretende trabajar. Para ello se diseñará una encuesta que abarque todos los aspectos de la vida personal, familiar y comunitaria que se desenvuelven las actividades cotidianas de los actores sociales involucrados en nuestro trabajo.

• Alimentación para los niños a través del sistema educativo público, de los enfermos a través de los hospitales del Estado y de los ancianos a través de una pensión monetaria universal por edad avanzada. Es importante desarrollar responsable y convenientemente una encuesta que permita establecer quienes, donde y como necesitan atención integral, porque de otro modo estaríamos trabajando inútilmente por que en nuestro medio se acostumbra incluir en las encuestas para fines similares a personas que realmente no necesitan atención integral por la extendida cultura de la falsedad que impide que las ayudas lleguen a quienes efectivamente las merecen o urgen de ellas.

También es importante establecer los lugares e instituciones que pueden prestar la atención integral a los indigentes, para así evitar congestiones y optimizar los esfuerzos para minimizar el desperdicio de mano de obra, recursos y tiempo, porque las instituciones del estado atienden precariamente y con escasos recursos a la cada vez mayor comunidad pobre del país, con lo que al ingresar a esta atención integral a los indigentes que generalmente se encuentran por fuera del sistema oficial, se acrecentaría ostensiblemente la cantidad de personas atendidas provocando un eventual colapso en el sistema.

• Y para los adultos sanos (hombres y mujeres), planes de empleo mínimo a través de entidades privadas contratadas por el Estado, para realizar tareas de vigilancia, limpieza, reciclaje y recuperación del espacio público. Se trata de diseñar y establecer un programa que busque apoyar a las mipymes y el sector indigente con el fin de mejorar su gestión integral, ambiental y productividad a través de herramientas como la producción más limpia. Promoviendo una estrategia ambiental preventiva e integrada a los procesos productivos, productos y servicios, para mejorar la calidad ambiental de nuestras ciudades y generar condiciones favorables para un desarrollo humano sostenible.

Inicialmente se debe diseñar una estrategia para la prestación de asistencia técnica para las empresas de reciclaje existentes y para las miniempresas que se puedan conformar con los indigentes que demuestren interés en agremiarse para progresar de una manera más efectiva. Por otra parte deben establecerse estrategias para optimizar el acopio, compra y venta de materiales como: cartón, plegadizas, papeles, plástico, vidrio, metales ferrosos y no ferrosos como (chatarra). En todo caso se propenderá por la aplicación continua de una estrategia ambiental preventiva integrada aplicada a procesos, productos y servicios para mejorar la ecoeficiencia y reducir los riesgos para los humanos y el medio ambiente.

COMUNICACIÓN PARA LA EDUCACIÓN DEL HOMBRE DE LA CALLE



· Investigar la cotidianidad en la cual se desarrollan sus actividades sociales con el fin de determinar cuales medios de comunicación son utilizados por esta comunidad para la interacción entre ellos y con la sociedad en general. Cuando el ser humano se enfrenta a situaciones extremas, esgrime gran capacidad de adaptación para afrontarlas y para crear las condiciones que le permitan moverse en el nuevo entorno de la manera más conveniente posible. Adopta un proceso de aclimatación a las condiciones físicas que debe sortear en su nuevo entorno: explorando y apropiándose de las características físicas del lugar, comprendiendo las formas de ser y de pensar de las personas con que le toca convivir e interpretando las costumbres, las tradiciones, la cultura y el lenguaje de su nueva comunidad (la subjetividad y el universo simbólico de los actores sociales con los que interactúa).

Este es el caso de del hombre que, por diversos motivos se ve obligado a enfrentar la situación extrema de vivir, alimentarse y trabajar en la calle. Esta desgracia se hace más grave cuando va acompañada de situaciones como la drogadicción, el alcoholismo o delincuencia en cualquiera de sus formas. En experiencias como esta se deben conocer personas oriundas de las más diversas partes y costumbres, por cuanto las calles están plagadas de personas de diversos orígenes y formas de ser y estar en su territorio. En esta situación se pone a prueba el grado de adaptación de que el hombre es capaz, su capacidad de asimilar costumbres y tradiciones, de comprender filosofías y lenguajes, etc., ejercitando su capacidad para vincularse con sus congéneres llegando a inventarse lenguajes o formas de expresión, homogenizando esa gama de dialectos e imaginarios presentados en las difíciles condiciones de vida en la calle que hacen convivir con personas de diversas cosmovisiones.

· Definir cuales medios o formas de comunicación son las que caracterizan a esta comunidad y en qué condiciones se da esta comunicación, así como las causas por las cuales utiliza su particular forma de comunicarse. En situaciones extremas se vive una realidad comunicacional que, en el caso particular de la comunidad indigente, demuestra que su jerga, consiste en un sistema alternativo de comunicación, por medio de la tradición oral, utilizando un lenguaje que es el resultado de la realidad social, cultural, política, económica y religiosa de los indigentes colombianos y que esta peculiar forma de lenguaje, utilizada por seres humanos, refleja el simbolismo y la cotidianidad de las relaciones socio-culturales de los grupos humanos vulnerables.

En la calle la población indigente ha moldeado una forma de comunicación originada en la tradición oral, en la que han influido varios factores como el deseo de no ser entendido por las autoridades o por los “indeseables”, el lenguaje geográfico o dialecto (las formas de hablar en las regiones con la influencia del clima, tradiciones y costumbres de cada localidad), la falta de estudio e ilustración académica de los actores sociales que han ayudado a generarla, la costumbre de utilizar una forma de comunicación diferente o “novedosa” por motivos de “status”.

Esta Jerga o forma de hablar de indigentes colombianos ha sido objeto de estudio por académicos de la lengua, periodistas y magistrados judiciales para establecer ciertas características que sólo involucran el interés por conocer, en cada caso, una desfiguración de la lengua castellana, un tema informativo para satisfacer la curiosidad de la opinión pública o como el estudio del “lenguaje oscuro” utilizado por las clases marginales o “la gente que vive en la calle”, pero que nunca ha sido pensado o mirado desde dentro, desde el punto de vista lingüístico y de la producción cultural de una comunidad extraída de la sociedad colombiana, como una forma alternativa de comunicación social.

Para mostrar a la sociedad en general este particular modo de comunicación oral se debe profundizar en el origen, crecimiento y uso actual de esta forma de comunicarse, vista como la tradición oral impuesta por la misma evolución socio-cultural de la gente conocida como “de la calle” donde diferentes culturas han moldeado no sólo la forma de hablar, sino también los simbolismos de la población indigente; teniendo en cuenta, que el uso de términos que conforman esta jerga no sólo es exclusivo de indigentes, sino que es de cotidiana usanza por parte de las variadas clases sociales en entornos específicos.

Esta jerga no es una forma particular de comunicación, un nuevo lenguaje o un leguaje paralelo producto de la ignorancia o el ocio; es el fruto del pensamiento y la necesidad de estos colectivos sociales de constituir su propio entorno social y cultural con características y elementos autóctonos que le dan su identidad, siendo indispensable la consolidación de una particular forma de comunicación en las calles colombianas, donde emerge el uso de un sinnúmero de vocablos y expresiones de la tradición oral callejera, donde se vive una realidad distinta a la de la sociedad en general.

· Proponer nuevas formas y medios para el logro de una comunicación más integral, propendiendo porque se integre realmente la comunicación educación en beneficio de comunidades integrales como la indigente en Colombia. Sin embargo, a la hora de elegir cual modelo de educación para los medios elegir, debe tenerse en cuenta que existe gran variedad de enfoques y definiciones así como diversidad de puntos de vista. Por lo que es imprescindible verificar qué enfoques realmente logran sus resultados pretendidos en el caso de la comunidad indigente, para lo que es necesario conocer las evaluaciones realizadas. Una vez analizados los diversos programas de educación para los medios, consideramos que podríamos establecer el enfoque del Sujeto Creativo con el fin de contribuir a la educación de la comunidad indigente.

En la educación para los medios la palabra creativo tiene dos aspectos, muy relacionados entre sí. Cuando llega un mensaje, la audiencia, sobre todo si está relacionada socialmente, desarrolla un discurso cultural, haciéndose así activa. Esta actividad lleva a una resignificación o reconstrucción del significado. Después de esto, el discurso puede ser expresado y formulado en un nuevo texto a través de cualquier sistema de lenguaje. Esta creación representa la culminación de las precedentes dimensiones activa y social. El segundo aspecto consiste en la creación neta de nuevos programas y de mensajes originales para otros. Este segundo aspecto ha sido un objetivo especialmente importante en la educación para los medios de América Latina.

El Sujeto Creativo sabe construir una resignificación de significados, y sabe cómo producir mensajes audiovisuales originales, que sean útiles para la sociedad y que estén basados en las contribuciones y valores discutidos y aceptados por su comunidad creativa. Los orígenes teóricos del sujeto creativo van a la teoría democrático-participativa (normativa) y a la de ‘medios y cultura popular' y la de comunicación popular (macro). La teoría normativa democrático-participativa ha determinado también los objetivos de las dimensiones activa, crítica y social. Aquí se enfatiza la dimensión de la creatividad. Durante el siglo XIX varios movimientos (de obreros, etc.) lograron desarrollar una prensa alternativa. Pero la tradición democrático-participativa nace en la década de 1960, especialmente en América Latina, cuando crecen las críticas contra los latifundios y contra los monopolios privados y aun estatales de los medios masivos. Durante la crisis de 1968 se desarrolla a nivel popular la idea de que la cultura es una construcción y una expresión esencial de la existencia humana, fundada en la comunicación; por lo tanto cada uno tiene derecho a expresar su propia cultura y a controlar el proceso de comunicación que permita la expresión de las ideas.

Otra teoría muy relacionada es la de la democratización de la comunicación. Esta teoría indica que la gente puede y debe participar democráticamente en las decisiones que influyen en la estructura de la comunicación pública. Y así se establece el derecho a comunicar, a la información, al acceso y a la participación en el proceso de comunicación. Al mismo tiempo hay un énfasis en dar poder comunicacional a la base de la sociedad, como opuesta al control de la élite. Y así nacen hacia 1975 los conceptos de comunicación de base, grupal, popular y alternativa. También nace una nueva praxis con el teatro popular, el disco-foro, el periódico popular, los grafiti, etc. Se enfatiza la comunicación horizontal más que la vertical. Ya no basta la actitud paternalista de ser voz de los sin voz. Más bien los marginados deben tener sus propios programas producidos por ellos mismos, y aún más, deben tener también la propiedad, la administración y la producción de sus mismos medios.

Los objetivos de los medios masivos, como han estado indicados por estas teorías normativas son: Los medios deben servir las necesidades, intereses y aspiraciones del receptor; los medios deben dar al receptor la oportunidad de participar en la construcción de su cultura e historia; cada ciudadano tiene derecho al acceso y participación en los medios masivos; el ciudadano debe tener la oportunidad de dar a conocer su pensamiento sobre los temas más importantes, y también puede aprender a producir programas para la comunidad. La educación para los medios trata de estimular esta creatividad. El aspecto de la resignificación ha sido especialmente un aporte de la teoría de la audiencia activa y creativa. "El receptor no es un mero decodificador de lo que en el mensaje puso el emisor, sino un productor también"

Los modelos de educación para los medios, que enfatizan la creatividad son: Las Radios educativas y populares, especialmente las agrupadas en ALER (Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica), y las Radios comunitarias de FM (frecuencia modulada), especialmente las que están en AMARC (Asociación Mundial de Radios Comunitarias). La Radio Comunitaria es pertinente en nuestro caso porque se trata de un proceso social (colectivo) que mediante el ejercicio de la democracia, el reconocimiento del pluralismo, la participación y la educación en cultura política forma ciudadanos aptos para la vida en comunidad. Es por ello que pensamos que a través del ejercicio de la Radio Comunitaria, recuperaremos al ciudadano apático, al olvidado y excluido y a aquellos que piensan que no tienen esperanza, que optan por la indigencia.

CONCLUSIONES


La globalización, la modernización de los medios de comunicación y el Internet están modificando sustancialmente los hábitos de las personas, las costumbres de las comunidades y las prácticas del comercio. Este proceso está generando una nueva sociedad del conocimiento en la cual tendrá cabida las comunicaciones que asimilen, procesen y utilicen adecuadamente la información.

La relación del hombre con los medios de producción gira alrededor de las Tecnologías de la Información y las comunicaciones. TIC. La capacidad de acceder con mayor rapidez a la información marcará la diferencia entre ricos y pobres, quien tenga control sobre la información tendrá el control de la economía, el intercambio y el comercio mundial; la brecha digital será el indicador para medir a los conectados de la tecnología de la información, que a su vez accederán a mejores niveles de desarrollo, crecimiento y vida, frente a los que estén marginados de este proceso.

Es importante enseñar a las próximas generaciones el desarrollo de la inteligencia a través del desarrollo de operaciones psicológicas superiores.

Citando la frase “las limitaciones de mi mundo, son las limitaciones de mi lenguaje”; se debe fundamentar a las personas de la Comunidad indigente, para que tengan diferentes posibilidades de solucionar un problema. Lo importante es enseñarles a pescar, y no se debe dar el pescado. El éxito y la felicidad en la vida dependen de su disposición para ayudar a otros a resolver sus problemas.

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