viernes, 6 de noviembre de 2009

LA PROBLEMÁTICA DEL HOMBRE DE LA CALLE


Para hablar de comunicación social debemos de hablar de las posibilidades comunicativas con que la naturaleza ha dotado al ser humano, de las formas y modos como el ser humano se ha comunicado con sus congéneres a través de la historia, así como de los aparatos y grandes instrumentos dedicados a la comunicación masiva creados y desarrollados por el hombre con base en las nuevas tecnologías. También podríamos denominar los medios masivos de comunicación como la radio, la prensa escrita, la televisión y la publicidad, como medios masivos que no permiten que la opinión del receptor de sus mensajes aparezca y determine los mensajes emitidos, ya que su influencia va en una vía, y no dejan oportunidad a la audiencia de tener una retroalimentación. La gente en su mayoría oye más de lo que ve; ve más de lo que lee; lee más de lo que escribe.

Otro elemento que abarca o se apoderado de la sociedad del siglo XXI es la globalización económica, con sus grandes redes de medios de comunicación satelitales apadrinados por poderosos consorcios económicos norteamericanos, europeos y asiáticos, que buscan el consumo por medio de la atracción mediática, llegando tanto a pobres como a ricos, pero principalmente a la gente con poder adquisitivo, joven y adulta, donde la masa indigente es tan indiferente a este cambio, como el cambio en si mismo lo es a ella. Pareciera que en su afán de progreso, el consumismo no apuntara a la igualdad social y que los medios y aparatos inventados para globalizar al mundo olvidaran que existen personas que no acceden a ellos por simple falta de posibilidades y de interés en ellos.

El surgimiento de medios con función participativa, educando en la “percepción crítica”, medios grupales que van creando un ambiente de la vivencia de la comunicación por parte de comunidades vulnerables son prácticas positivas nacidas en América Latina, donde la comunicación grupal y el uso de audiovisuales, contribuyen a masificar las experiencias en educación formal, a distancia y diferentes iniciativas pastorales muy valiosas. La Educación Popular, encabezada por Paulo Freire, el movimiento del Nuevo Cine Latinoamericano, la Teología de la Liberación, la lucha por un Nuevo Orden Mundial de la Información y la Comunicación fueron, más que discursos, prácticas que nutrieron reflexiones y quehaceres en torno al binomio Comunicación / Educación.

No obstante estás prácticas, experiencias y esfuerzos por popularizar el progreso comunicacional que parece diseñado para las élites, aún no toca, ni mira hacia las clases sociales definitivamente por fuera de la sociedad, mucho más debajo de las menos favorecidas, evidentemente vulnerables, como la comunidad indigente.

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